Llevar a los niños al museo es, sin lugar a dudas, una de las actividades más recomendadas por todos los expertos.
Para atraer a la población infantil, los museos cuentan, desde hace más de 20 años, con interesantes propuestas para que sus actividades sean enriquecedoras a la par que divertidas. Por ello, atrévete a visitar museos con los más pequeños y adéntralos en el mundo del arte. ¡Será toda una aventura! El Museo de la Música de Barcelona, perfecto para ir con niños.
Uno de los principales motivos que justifican la importancia de acercarles el arte desde edades tempranas radica en que el aprendizaje se basa en tareas mentales que, con el arte, se ven beneficiadas. A través del arte, los niños son capaces de desarrollar importantes capacidades, entre las que podemos destacar las técnicas de expresión o creatividad, el pensamiento visual o el razonamiento abstracto, entre muchas otras. Además, los museos son fuentes infinitas de conocimiento. A través de sus visitas, los más pequeños aprenderán importantes acontecimientos, cultura general o historia, según la temática del museo. Al estar fuera de la escuela, los niños lo interpretan como un ambiente lúdico y su interés será excepcional.

Uno de los museos que más apuesta por la visita de los niños es el Museo de la Música de Barcelona. Su programa, con multitud de actividades para los más pequeños, es perfecto para pasar una tarde en familia y que los niños aprendan y disfruten a partes iguales. Entre los talleres que ofrecen destacan ¡Qué gong! o ¡Ukelele, el viaje de retorno! En ellos, los niños experimentarán con estos instrumentos además de conocer un poco mejor su historia y tradición. Los niños aprenderán música, historia y se relacionarán con otros niños. ¡No se puede pedir más!

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